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Complicidad de la OMS con la China comunista

Escribe: Mamela Fiallo Flor.-

La Presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen visita una base militar en medio de la pandemia de coronavirus, en Tainan, Taiwán (EFE)

Taiwán tiene apenas cinco muertos por coronavirus, pero pese a sus éxitos frenando la pandemia, la OMS los silencia.

Apenas cinco personas han fallecido en Taiwán, 79 se han recuperado y un total de 379 se han contagiado de Coronavirus en una isla con más de 23 millones de habitantes. Pese a su éxito conteniendo la pandemia, la Organización Mundial de la Salud ha invisibilizado su gestión.

Un requisito básico para pertenecer a la Organización Mundial de la Salud es ser reconocido por la ONU, organización en la cual China tiene poder de veto.

China es además el segundo país que más dinero le entrega a la OMS (luego de EE. UU.), en el 2019 entregó 44 millones de dólares y ofreció $20 para enfrentar el Coronavirus.

China (bajo el gobierno del Partido Comunista) no reconoce la autonomía de Taiwán sino que la incluye como parte suya, la considera una “provincia rebelde”.

Pese a su cercanía geográfica, cultural y política, el impacto que ha tenido el Coronavirus en ambas naciones es diametralmente opuesto. Pero cuando la Organización Mundial de la Salud aplaude las medidas que ha tomado China para enfrentar la pandemia del Coronavirus, ignora los logros de Taiwán.

La OMS silencia a Taiwán

La muestra más clara fue cuando el Doctor Bruce Aylward, el asesor principal del director general de la OMS, el Doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, trató a China y Taiwán como sinónimos.

En una video llamada con la periodista Yvonne Tong de la radio y televisión de Hong Kong (RTHK), ella le preguntó a Aylward si Taiwán puede formar parte de la OMS. Aylward hizo silencio, luego alegó que no podía escuchar a la periodista y después le pidió pasar a la próxima pregunta. La periodista insistió en hablar sobre Taiwán. Acto seguido, Aylward cerró la video llamada. Ella le volvió a llamar, cuando pidió que Aylward hable sobre Taiwán, él contestó: “Bueno, ya hemos hablado de China”.

La complicidad de la OMS con el régimen comunista chino ha sido tal que en una conferencia de prensa virtual Aylward sostuvo que “fue absolutamente crítico en la primera parte de este brote tener pleno acceso a todo lo que sea posible, seguir adelante el trabajo de campo y trabajar con los chinos para entender esto”.

La OMS usa las cifras oficiales del régimen comunista

Pero cuando dice a “los chinos”, se refiere al Partido Comunista de China, al gobierno, no a la población civil, mucho menos a los médicos y periodistas independientes que han sido censurados e incluso apresados por “difundir rumores”, cuando estos denunciaron la propagación del Coronavirus en diciembre del 2019.

Prueba de ello es que en enero del 2020 la OMS publicó en redes sociales que las autoridades chinas no han encontrado evidencia de que el Coronavirus se pueda contagiar de persona a persona.

El Partido Comunista Chino persigue a médicos y periodistas

Al Doctor Li Wenliang le costó no solo su libertad, sino también la vida, la negación del régimen comunista y de la OMS de reconocer sus hallazgos científicos. Pues fue uno de los ocho médicos del Hospital General de Wuhan, cuna del COVID-19, que fue detenido por advertir sobre la amenaza del brote. Fue tan reconocido por su evidencia, que su blog tenía 1,5 mil millones de seguidores. En lugar de ser reconocido por la OMS, el Partido Comunista censuró la plataforma del médico y él finalmente murió de Coronavirus en febrero del 2020.

Si la OMS hubiese hecho un trabajo de campo en China, como declaró Aylward, habría escuchado el clamor “Falso, falso, es todo falso”, que gritaron desde las ventanas de sus departamentos los habitantes de un conjunto residencial, durante la visita del viceprimer ministro Sun Chunlan, uno de los funcionarios de más alto rango del partido, ya que los moradores confinados reclamaban las mentiras respecto a las campañas de salubridad y entrega de alimentos.

En defensa del régimen, los canales estatales China Central Television (CCTV ) y People’s Daily, publicaron videos del incidente alegando que el gobierno central estaba en contra de tales inspecciones por etapas y criticaron el encubrimiento de los problemas reales por parte de los funcionarios locales.

Como rechazo a esta forma de maquillar lo que sucede, Li Zehua, un presentador de noticias de CCTV

renunció para reportar de forma independiente desde Wuhan.

La evidencia más sobresaliente que presentó fue de un crematorio de Wuhan. Desde allí, informó que entre los muertos había trabajadores migrantes que celebraron el Año Nuevo Chino (12 de febrero) en medio de 40.000 familias. El periodista reprochó que el régimen permitió las celebraciones en medio de un brote infeccioso.

En vista de que el periodo de incubación es de 14 días, las fechas coinciden con el viaje de los trabajadores textiles que fueron a China para celebrar y volvieron a Italia, donde con fondos chinos se elaboran productos de alta costura bajo el sello Made in Italy. Muchos de los trabajadores volvieron sin síntomas pero contagiaron a la población italiana, y hoy Italia es el país con más muertes reportadas: 17.669.

El 26 de febrero, el periodista Zehua filmó un video en vivo mostrando cómo agentes de seguridad del Estado entraban a su vivienda. Desde entonces, no ha vuelto a publicar nada.

Taiwán estaba preparada para enfrentar el Coronavirus

Mientras el Partido Comunista Chino encubrió la evidencia de la propagación del virus dentro y fuera del país, Taiwán ya estaba preparada. Ya en 2003 la nación enfrentó y superó un brote del Coronavirus, el Sars. En dicho año Taiwán creó el comando central para el control de epidemias, dedicado a realizar ejercicios e investigaciones para las respuestas a potenciales crisis sanitarias.

Lo que más destaca a Taiwán de la China comunista es la transparencia. Por ejemplo, el vicepresidente de Taiwán publica informes constantes en Facebook sobre el índice de contagio y mortalidad del Coronavirus.

En cuanto a medidas de prevención, apenas se detectó el brote en China continental, redujo los vuelos que venían de ese país y puso en cuarentena inmediatamente a quienes llegaban.

Cabe destacar que el director general de la OMS desincentivó la restricción de viajes de y hacia Wuhan, China. Según Tedros, interferir con el transporte y el comercio podría perjudicar los esfuerzos para enfrentar la crisis.

Los funcionarios de salud en Taiwán dan crédito al uso universal de las mascarillas como parte de la solución y lo recomiendan. De hecho, Taiwán respondió al Coronavirus aumentando de inmediato la producción de mascarillas.

La OMS, por el contrario, desincentivó el uso de mascarillas. “No hay evidencia específica que sugiera que el uso de máscaras por parte de la población en masa tiene algún beneficio potencial. De hecho, hay alguna evidencia que sugiere lo contrario”, dijo el Doctor Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias sanitarias de la OMS.

“También han realizado pruebas enfocadas en personas sospechosas de tener Coronavirus, y también muy buen rastreo de contactos y distanciamiento social. Creo que lo han hecho bastante bien”, declaró el profesor Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong, para la BBC.

Los resultados son visibles. Las cifras de Taiwán están entre las más bajas del mundo, mientras que la China comunista está bajo escrutinio por haber ocultado cifras y censurado a sus médicos.

Dados sus vínculos con la China comunista, la OMS está perdiendo credibilidad en el ámbito académico y también político, al punto que Donald Trump amenazó con retirar los fondos que entrega EE. UU.

Incluso legisladores de EE. UU. Piden la renuncia de director general de la OMS, Tedros, que fue ministro de salud de una nación africana conocida como la “Pequeña China” debido a que se ha convertido en el puente de China para influir en África, a cambio de recibir recursos.

Pero lo más preocupante es que el vínculo entre la OMS y la China comunista no incluye a la población china. Al contrario, fueron y son las primeras víctimas de la persecución y también de la infección.

De modo que el problema no es China, es el Partido Comunista de China. Los taiwaneses así lo han demostrado y sus logros podrían ser aplicados en el resto del mundo, pero la OMS los ignora.

T. de PanAm Post 

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