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El enriquecimiento ilícito de los comunistas

Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-

A través del populismo, los líderes de la mafia comunista socialista solo buscan enriquecerse sometiendo a los pueblos.

Es una lógica irrefutable: Ningún habitante del planeta quiere vivir en la indigencia, en la miseria y menos bajo la opresión. Por eso lucha a brazo partido para hacer realidad sus sueños, el principal de ellos, llevar una vida digna, para ellos y sus familias.

Sin embargo, de todos es conocido que tanto la oligarquía como la izquierda comunista/socialista frustra sueños e ideales; los empresarios jamás reconocerán que si la clase trabajadora no existiera, ellos serían algo menos que indigentes. Por el lado de la izquierda comunista/socialista, sus capos pregonan la igualdad, pero eso no es más que un discurso para captar adeptos y llegar al poder cuya meta final es el enriquecimiento, sinónimo de oligarquía.  Pero la oligarquía es aceptable, con todos sus errores, con todas sus mezquindades, con todos sus atropellos y violaciones a la clase trabajadora. Lo que no es aceptable es que algunos hablen de “luchar contra la oligarquía para lograr la igualdad”, mientras le verdad es muy distinta: luchar contra la oligarquía en el papel y en sus discursos populistas, mientras se enriquecen a costa de los ingenuos que les creen sus babosadas engañosas.

Por eso hoy quiero hablar un poco del enriquecimiento ilícito de los capos y líderes de la mafia transnacional comunista/socialista en Bolivia.

Bolivia es un país al que muchos definen como capitalista, pero eso es un comunismo disfrazado. Supongamos que Bolivia es capitalista. Y que un país sea capitalista no es malo; tampoco lo es hablar de progresar, pero lo extraño, para los que creen en el régimen, es que solo un reducido grupo –los capos comunistas/socialistas–, sean multimillonarios, es inverosímil. ¿Por qué? Porque el libreto es el mismo: “derrotar la oligarquía”, pero si eso fuera cierto no habría tanta pobreza y muerte en las esferas bajas, en los llamados “mamertos”. 

En Bolivia, las empresas petroleras son privilegiadas y con libertad de acción en territorios de protección ambiental e indígenas. Obvio; la mayoría pertenece al régimen. Evo Morales, un indígena que se impuso como presidente del país, defendió a capa y espada los cultivos de coca. Su popularidad surgió por cuenta de dos grandes factores: El primero tuvo que ver con la contradicción en el discurso de la defensa de la “Pachamama” o Madre Tierra. Evo fue reacio ante el argumento de preservar un ecosistema tradicional, e impuso con fuerza y violencia su política extractivista y de desarrollo. 

Proteger y patrocinar los cultivos de coca, querer perpetuarse en el poder, violar los derechos humanos de los bolivianos y aplicar políticas criminales de sometimiento, le sirvieron para enriquecerse, tal como lo hacen todos los capos y líderes de la mafia trannaci0nal comunista/socialista.

Eso no es raro en estos capos que se apoyan en el populismo para lograr sus fines. Ya para ratificarlo podríamos volver a China: En el 2018, la China Popular o comunista cumplió setenta años y para ese entonces –el 2018–, el número de multimillonarios que se enriquecieron con el mismo libreto, ascendía a 373.

¿Cómo así… 373 multimillonarios en un país comunista? Claro; la estrategia es enredar al pueblo, hablarle de equidad, justicia social, educación y salud gratis, mientras expropian y acaban con la propiedad privada. Los que han ido por ejemplo a Cuba, fascinados con la gran mentira de la educación gratis, se han visto en serios problemas para salir de la isla, mientras muchos se han resignado ante la voracidad y criminalidad del régimen.

Y en el caso de China, para no salirme del contexto, tiene mucho que ver Mao Tse Tung, aunque algunos afirman que esa no era la idea de Tse Tung, que comenzó esta aventura en 1949. Chiang Ching, la llevó a lo que se llamó la revolución cultural en la década de los 70s, y finalmente Deng Tsiao Ping, con “algo de magia” operó “el milagro” de convertir un país comunista en una potencia capitalista.

Obviamente para que se opere “el milagro”, luego del “toque mágico” de Deng Tsiao Pin, el régimen sometió –siempre con mentiras–, a más de 1.300 millones de chinos que se doblegaron ante una dictadura que finalmente solo benefició a los 373 multimillonarios, todos ellos comunistas. Recordemos que Marx decía que el Estado es la propiedad privada del partido comunista.

Y lo mismo sucede en Cuba, una isla donde realmente todo lo controla el Estado, y ese “todo” no es del pueblo que trabaja sino de los capos del partido comunista. Aun así, a pesar de enriquecerse con el sometimiento a un pueblo, es absurdo que un cubano reciba solo un promedio de 30 dólares al mes, mientras los capos del comunismo/socialista son multimillonarios.

Eso es en términos generales el comunismo/socialista: El arte de mentir, adoctrinar, engatusar, expropiar y poner a trabajar a los humildes con la promesa falsa de la igualdad, la paz y la justicia social. Es como muchos lo afirman: un excelente negocio, y por eso la mafia transnacional comunista/socialista tiene como meta apoderarse de países, ojala ricos en recursos naturales.

Por eso esta mafia está detrás de Colombia; un país inmensamente rico, a pesar del robo continuado de la izquierda y la derecha. ¿Tienen alguna posibilidad redención estos pueblos? Claro que sí; la única solución es, en elecciones, no votar por ningún candidato de izquierda.

* Luis Hernando Granada C., Periodista, Publicita, Director de www.visiondeltolima.com y www.literaturaenlinea.com autor de la Novela “El Imperio del tterror” y Gestor Cultural del Tolima

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