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La declaración de guerra de la izquierda

Escribe: Luis Hernando Granada C.

Hondamente preocupado por lo que ha venido sucediendo en Colombia, quiero hacer un alto en la serie “Las grandes mentiras de la izquierda”, que venía publicando en este espacio, para darle lugar a mi análisis personal sobre los últimos acontecimientos, aclarando que no soy de Derecha y mucho menos de la izquierda comunista/socialista.

Pero lo hago, porque los grandes medios ocultan premeditadamente la verdad, debido al sesgo que manejan a cambio de un plato de lentejas –pauta publicitaria–, que les proporciona esta mafia transnacional.

Hay muchas verdades ocultas sobre la personalidad y el actuar del occiso Javier Humberto Ordoñez Bermúdez, quien no estaba propiamente en misa sino violando las normas de bioseguridad con rumba a bordo, a pesar de las prohibiciones de las autoridades.

Dicen las malas lenguas –que en este pueblo son muchas–, que la “indefensa víctima” tenía un pasado violento.

Fue indiciado por el delito de violencia intrafamiliar de acuerdo al Artículo 239 C.P de fecha 15-08-2020, noticia criminal 110016500101202000205.

Había sido igualmente Indiciado de lesiones, en clara violación al Artículo  1111 C.P, de fecha 13-03-2007, noticia criminal 110016000017200701965.

Indiciado de lesiones culposas de acuerdo al Artículo 120 C.P inciso 1, de fecha 13-10-2005, noticia criminal 110016000015200503963.

Su cédula de ciudadanía No. 79.908.235, no registra como abogado en la Rama Judicial del Consejo Superior de la Judicatura.

En el conjunto donde residía registraba más de diez llamados de atención por peleas, riñas, escándalos, consumo de estupefacientes y alcohol y por ser un ciudadano violento y grosero –de acuerdo a versiones de sus vecinos–. ¿Qué se puede esperar de un hombre que golpea  a su cónyuge?

Estas informaciones fueron citadas muy tímidamente por algunos pocos medios de información y de acuerdo a lo entregado por algunas personas cercanas que lo conocieron.

Con base en lo anterior, se desprenden muchas preguntas: ¿Era Javier Humberto Ordoñez Bermúdez, uno de esos seres que se ofuscan porque son requeridos por la Policía?… ¿La Policía lo sacó a las malas de una iglesia donde se encontraba orando?… ¿Salió de su domicilio a comprarle algo de comida a su familia o a comprar más licor para seguir emparrandado en medio de la pandemia y las restricciones?…

Pero bueno; murió, asesinado o no, murió, porque la guerra deja sus víctimas y la izquierda le declaró la guerra a Colombia hace mucho rato. Dilan Cruz también fue “asesinado”, y así sucesivamente, porque a causa del mal manejo político de la izquierda, diariamente son asesinados cientos de líderes, de campesinos y personas inocentes. Y es muy fácil, para la izquierda criminal, culpar al gobierno de turno, máxime si este es de la Derecha.

Pero volviendo al caso de Javier Humberto Ordoñez Bermúdez, me asaltan otras preguntas: ¿Los policías que cometieron el acto, no serían de pronto infiltrados de la izquierda en la Policía?… Recordemos que un alto militar del Ejército colombiano estuvo infiltrado en las filas del Frente Antisocial Represivo Comunista –farc– haciendo inteligencia militar. Recordemos igualmente, que según rumores, el policía blanco, Derek Chauvin, que le causó la muerte al afro descendiente George Floyd, pertenece a la izquierda y trabaja para ella infiltrado en la Policía de Estados Unidos.

La izquierda, a cambio de ideas constructivas, siempre ha utilizado estos medios para crear el caos, acabar ciudades, asesinar ciudadanos inocentes, saquear comercios, volar edificios de la Policía para echarle la culpa al “mal gobierno”.

Pero la verdad es que todo esto es maquinado desde las sombras, desde las madrigueras de los cabecillas de la izquierda. Un simple llamado secreto de Petro y ahí están los vándalos con sus “morrales asesinos” llenos de piedras, palos, combustible para incendiar, cuchillos, armas de fuego y hasta uniformes de uso privativo de la policía para disfrazarse y hacer de las suyas.

Lo de Estados Unidos fue una clara muestra del resentimiento de la izquierda por no haber podido llegar al poder y la campaña terrorista que adelantan para imponer su candidato Joe Biden, quien en tres oportunidades ha intentado llegar a la Casa Blanca.

Cualquiera pensaría que son extrañas coincidencias, pero personalmente no conozco que alguno de estos cabecillas del comunismo/socialista haya llegado al poder elegido en franca lid. Como tampoco uno de esos llamados mamertos –esos que hacen vandalismo por unas cuantas monedas–, que haya conseguido las riquezas que los cabecillas logran amasar con el trillado cuento de la igualdad y la lucha contra la oligarquía.

Ya sabemos que Petro es un psicópata agitador de criminales, a la vez que un resentido social porque no ha podido apoderarse de Colombia para entregárselo a la mafia transnacional comunista/socialista.

Pero vale la pena analizar brevemente la posición, situación y las acciones de la Policía. Un vecino Policía me decía: “Ser Policía no es fácil; todos los días uno se levanta a cumplir el deber, pero en mi caso personal, cuando yo cruzo el umbral de la puerta de mi casa, me asaltan muchos pensamientos: ¿Será que si regreso a mi hogar?… ¿Qué pasaría con mis hijos si llegase a faltar?… ¿Podrá mi familia vivir con el recuerdo y el pensamiento de que murió por la Patria y de van a poder envolver en el pabellón nacional para protegerse?”.

“Y lo más cruel –proseguía mi vecino Policía–,es que por comentarios que uno le escucha a los compañeros en la Institución hay infiltrados, hombres y mujeres que hablan de guerra, de matar, de asaltar”.

Y claro, las infiltraciones existen. Antes de la pandemia, uno entraba a los restaurantes y cafeterías que quedan en cercanías del Congreso, de la Casa de Nariño o del Palacio de Justicia y encuentra cualquier cantidad de venezolanos disfrazados de meseros pero haciendo inteligencia para Maduro, que es igual a decir que para Petro y la izquierda. Se encuentran lustrabotas con el mismo fin, porque la mafia transnacional comunista/socialista lo que tiene es esbirros e idiotas útiles, y su poder crece cada día porque pueden comprar las Cortes, los grupúsculos de izquierda, indígenas sin futuro, campesinos sin opciones de vida, funcionarios públicos, aparte de que cuentan con bodrios anticonstitucionales como la JEP, Fecode –Federación Comunista Depredadora–, las centrales obreras y otros grupos criminales más como las farc, el eln y los narcotraficantes, porque a ellos les conviene tumbar el gobierno.

¿Y cuál es la idea? Desestabilizar el gobierno. ¿Quién se cree el cuento que a los vándalos de Petro y Antanas Mockus les duele la muerte de Dilan o de Javier?… ¿Sale a estas marchas gente de bien o estudiantes sanos? Muy acertadamente uno de mis contactos, Diana Guzmán preguntaba en Facebook: “¿Quienes salen a protestar cuando Petro hace el llamado? Vándalos, pirómanos y asesinos… Ojo; solo una insignificante parte de estos desadaptados salen a votar porque su misión nunca es mejorar el país porque ellos reciben doctrina para desestabilizar el Estado y van es en busca de hacer saqueos… Son eso, solo eso: vándalos al servicio de la izquierda. Los alumnos pueden superar al maestro, pero solo en lo que ellos aprendieron de él. En este caso a delinquir. Por más inconforme que un colombiano trabajador esté, no sale a quemar, destruir ni asesinar, así sea el papá el que lo invite”.

Queda claro que la izquierda le declaró la guerra a Colombia. Y para ello cuenta con personajes siniestros como Claudia López cuya sugerencia es “reducir la Policía y desarmarla”. Por el contrario, la Policía hay que aumentarla y su labor debe ser más inteligente. Ustedes pueden tener la seguridad, que si la Policía se dedicara a realizar requisas a fondo y especialmente a verificar qué llevan estos jóvenes que andan con sus morrales siniestros, encontrarían un verdadero arsenal y hasta uniformes de uso exclusivo de la Policía para atacar al Estado y a la gente de bien.

Por eso siempre he sostenido que la Derecha es corrupta, pero la izquierda es criminal, mata, expropia, lleva a la ruina a los pueblos y ahí están los ejemplos cercanos de Cuba y Venezuela, países ricos cuyos bienes y recursos pasaron a manos de los cabecillas de esta mafia transnacional comunista/socialista. Y reitero; de los cabecillas, porque los mamertos, en medio de estos gobiernos dictatoriales, solo recibirán las migajas y seguirán en la inopia.

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VERDADES NO REVELADAS: En 400 páginas llenas de historias y suspenso… “EL IMPERIO DEL TERROR”deja al descubierto los trucos y engaños de pastores, brujos, hechiceros, casas de modelaje, médicos inescrupulosos y otros personajes.

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