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La gran farsa de la “igualdad” socialista/comunista

Escribe: Luis Hernando Granada C.

¿Quién no ha escuchado hablar de la “lucha” por la igualdad por parte de algún miembro de la izquierda?… ¿Quién no ha escuchado hablar de la lucha contra la oligarquía?… ¿Quién no ha escuchado hablar de educación gratis, vivienda gratis, servicios de salud gratis y otras grandes prebendas que desde luego “animan” a los ingenuos a seguirle los pasos a estos promeseros de izquierda que trabajan al servicio de la gran mafia transnacional comunista/socialista?

Muchos hemos escuchado las promesas; esas promesas que hablan de “igualdad” y que son el arma letal que utiliza la izquierda para “descrestar” calentanos y aumentar los incautos a su servicio.

Ya sabemos que Karl Marx, vago e hijo de archimillonarios, escribió la Biblia del Capitalismo, en una época donde obviamente no existía el socialismo, pero él sabía que esta sería la cuota inicial de una dictadura tiránica que con el paso del tiempo se convertiría en comunismo/socialista.

Muchos en ese entonces se “comieron” el cuento de la “igualdad”. Claro, la “estrategia” era crear el “Capitalismo de Estado” para tomar el control de todos los medios de producción y lograr de manera rápida la destrucción moral, cultural y social de los pueblos que empezaban a ser sometidos por un régimen criminal, autoritario y absolutista porque los dictadores comunistas/socialistas destruyen la democracia, la libertad y la independencia, buscando siempre sus fines personales y más concretamente su enriquecimiento mientras siguen hablando de “igualdad”.

No olvidemos que Mao Zedong, Vladimir Lenin, y Pol Pot, crearon lo que muchos llamaron la “era de la hambruna” a través de la cual sus regímenes asesinaron miles de habitantes –que no estaban de acuerdo con sus ideas y menos con su actuar criminal–, creando de paso el concepto de la “supervivencia del más apto” bajo el régimen del miedo que incluso llevó a muchos al canibalismo o la corrupción para poder sobrevivir.

Las justificaciones absurdas

Y lo más cruel es que todas esas acciones criminales y represivas eran justificadas. En el “Libro Negro del Comunismo” se afirma claramente que “estas atrocidades eran valiosas para los objetivos comunistas, ya que ayudarían a dar lugar al socialismo al mismo tiempo que destruían la fe de la gente en sus líderes y en Dios”.

Es decir, que el descaro y el cinismo de los cabecillas y líderes comunistas/socialistas, –todos ellos catalogados como sicópatas en potencia–, no tienen límite: A través de la historia los muertos a través de asesinatos, torturas y violaciones del comunismo/socialista se cuentan por millones. Sin embargo, por ejemplo en Colombia, todo es justificable. Las “cárceles del pueblo” creadas por Gustavo Petro, como uno de los cabecillas del grupo criminal M-19, donde enterraban vivos a los secuestrados y opositores, y sobre los cuales Petro hacía sus necesidades, fue justificado como actos de la revolución. Los secuestrados de las farc pasaron a llamarse “rehenes de guerra”. Las masacres del eln, las farc y otros grupos narcoterroristas, son catalogados como “actos de la revolución”. Y para rematar, todos ellos son perdonados y absueltos de sus violaciones, secuestros, crímenes y atrocidades a través de un organismo anticonstitucional como la JEP, un bodrio creado como monumento a la impunidad y la humillación contra sus víctimas.

Lamentablemente el común de las gentes y particularmente los jóvenes, no conocen, no entienden, no estudian ni analizan cómo el odio es el credo del socialismo/comunista. Los jóvenes simplemente actúan como zombis. Por eso desconocen los millones de muertos que ha dejado el comunismo/socialista a través de la historia.

Desconocen las palabras de Lenin, Mao Zedong, Adolf Hitler y otros reconocidos capos y cabecillas de estos regímenes criminales, que dejan en claro que el odio es el arma letal de estos siniestros personajes, pero de eso hablaré en una próxima oportunidad.

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