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La injusticia viene de los poderosos

Escribe: Luis Hernando Granada C.

El pasado 16 de octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación… con hambre.

El Día Mundial de la Alimentación fue declarado desde el año 1979 por las Naciones Unidas y coincide con la creación de la FAO, el mismo día pero en el año 1945, y supuestamente la FAO es la agencia de Naciones Unidas responsable de los temas de alimentación y agricultura. Su función principal y mandato es apoyar a los Estados miembros para que alcancen la seguridad alimentaria y nutricional.

Palabras, solo palabras, porque ni siquiera buenas intenciones. Por eso hoy vale la pena reflexionar sobre los “contrastes”, la miseria, el hambre, la pobreza, que viene desde luego de arriba:

1.- ¿Es justo que el Papa se siente en una silla de oro con un costo aproximado a los 50 millones de dólares, dizque a orar por la igualdad de la humanidad y la paz del mundo cuando todos sabemos que pertenece a la mafia transnacional comunista/socialista y mientras los pobres, en los cinturones de miseria de todas las ciudades del mundo pasan el día con una taza de agua de panela y un mendrugo de pan que lograron recibir de algún buen samaritano generoso?

2.- ¿La ONU, que maneja la FAO no estará mintiendo y ocultando la verdad como lo hace cuando supuestamente lucha por acabar con el terrorismo y todos los vejámenes de que son objeto la gente humilde? Recordemos que una “misión” de la ONU fue “testigo” de la entrega de armas de las farc y que todo se hizo a espaldas del pueblo porque las farc ni entregaron las armas ni se desmovilizaron y hoy siguen creciendo en número de guerrilleros. Recordemos igualmente que los guerrilleros siguen exigiendo, apoyados por la ONU y el Comité Internacional de los Derechos Humanos, que se cumplan los acuerdos del gran negocio que hizo el camarada “Chucky Santos” con los criminales de las farc.

3.- ¿Es justo que mientras un hombre trabajando de sol a sol reciba un salario pírrico y de hambre mientras un Congresista, que no trabaja se gane alrededor de 50 millones de pesos, aparte de prebendas, chanchullos y otras “patitas”? ¿Es justo que un médico, un abogado, un ingeniero o cualquier otro tipo de profesional no reciba por su labor más de dos o tres millones de pesos, mientras algunos profesores, dedicados a adoctrinar a los jóvenes hacia el comunismo/socialista y a organizar paros, y sin dar clases, reciban un oneroso salario y que algunos puedan cobrar dos y hasta tres pensiones?

4.- ¿Es justo que mientras los pobres aguantan física hambre, los expresidentes y congresistas reciban una pensión vitalicia, simplemente por haber hecho el paro de “trabajar” cuatro años?

5.- ¿Es justo que los gobiernos permitan el lucro y el enriquecimiento ilícito de las iglesias y sectas de todo orden, y que muchas de ellas reciban millones de pesos en un solo “culto”, mientras los borregos tienen que “rebuscarse” cómo cumplir con el diezmo, que entre otras cosas ya no aparece en el Nuevo testamento?

6.- ¿Es justo que la izquierda siga hablando de equidad, justicia social y otras garantías que deberían ser derechos fundamentales de la comunidad mientras no hacen nada para echar abajo el IVA, el 4X1000, los TLC que quebraron y siguen quebrando a los agricultores y pequeños empresarios y los excesivos costos bancarios, que cada día aumentan el terrorismo telefónico a sus deudores?

Podría formular más preguntas, todas ellas conducentes a la reflexión, pero con estas son suficientes para concluir que la FAO, la ONU, el CIDH, el Congreso de la República, la JEP, son lo mismo que dijo muy acertadamente Juanes de la izquierda: “La misma mierda”

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