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La obsolescencia de la izquierda

Escribe: Luis Hernando Granada C.

La izquierda solo busca la carroña sin hacer nada por beneficiar al pueblo que pretende someter.

La inzquierda en Colombia y en el mundo se nutre de mentiras porque aparte de ser psicópatas en potencia, la felicidad de cada uno de sus capos e inclusive de los mamertos, radica en vivir de la mentira, de la promesas falsa, de garantizar lo que no pueden cumplir.

Los colombianos estamos ad portas de una nueva Reforma Tributaria, es decir, de la imposición de más impuestos, como si no tuviéramos suficiente con el grado de miseria en que vive una inmensa parte de la población, mientras gobernantes, congresistas y funcionarios públicos, muchos de ellos innecesarios, viven en la opulencia.

Se habla de una emergencia económica, algo absurdo en uno de lops países más ricos del planeta como lo es Colombia, pero el saqueo constante de unos y otros, sin excepción de ninguna naturaleza, no permiten que el país se desarrolle.

Muchas cosas se podrían eliminar –y me refiero a gravámenes–, como por ejemplo, la reducción de Congreso de la República, los altos salarios de funcionarios públicos, la JEP con su alta carga de gasto que tiene, por capricho del Camarada “Chucky” Santos, que alimentar a una serie de delincuentes que reciben onerosos salarios para perdonar criminales.

Yo me pregunto: ¿Qué papel ha jugado la izquierda o mafia transnacional comunista/socialista frente a la defensa que debería hacer a favor del pueblo y ante la desbordada carga de impuestos como por el ejemplo el IVA y el 4X1000?

La historia del IVA en Colombia se remonta a 1963, un impuesto que se impuso a través del Decreto Especial 3288 como tributo monofásico, es decir, que recaía sobre una de las fases del proceso de producción o distribución y que era aplicado a las actividades manufactureras y de importación. Era un tributo indirecto vinculado al del impuesto sobre el volumen de ventas. Sin embargo, se atribuye su creación, propiamente dicha, a la Ley 20631 de 1975, en el gobierno de Alfonso López, que gravó a productores e importadores con una tarifa general de 10%. Ya existían por la época, los criminales que se lanzaron al monte a “defender” al pueblo, y esto quiere decir que la izquierda criminal y populista no ha hecho absolutamente nada por erradicar este impuesto.

Desde la implementación del IVA en 1963 como tributo monofásico a las actividades de manufactura e importación, solo ha perjudicad a los colombianos.

Y como el Estado o los gobiernos de turno jamás han hablado de recuperación económica, las “crisis económicas”, como consecuencia del despilfarro financiero, hicieron que llegara a los minoristas y al consumidor en 1983, durante el gobierno de otro comunista disfrazado como Belisario Betancourt, con un 10%. Luego vendría otro comunista camuflado y exhibiendo las banderas rojas del Liberalismo, el presidente Cesar Gaviria que hizo que el IVA fuera más criminal y agresivo, extendiéndolo a otros servicios, como hoteles y restaurantes, elevándolo al 12%. No contento con lo anterior, Gaviria haría otro aumento para que se ubicara en el 14%. Llega luego otro comunista, Ernesto Samper que subió la tarifa del IVA al 16%.

Lo más grave, es que cada cuatro años, elegimos a los verdugos que se suponen van a defender el pueblo, pero el IVA lleva 41 años siendo tema de debate para los colombianos. Debates, solo debates, amagues, y en el caso de los congresistas, es aceptable su farsa, pero no en los miembros de la izquierda que a diario hablan de igualdad, equidad y justicia para el pueblo. Parece que son más falsos que una moneda de cuero.

Pero entre tanto vejamen o impuestos, hay otro igualmente criminal y que solo conduce a la miseria de los pobres y al enriquecimiento de los poderosos: El 4:1000.  

El 4 x 1000 es otro impuesto del gobierno nacional en el que por cada 1.000 pesos en algún tipo de movimiento financiero, se pagan cuatro pesos. Lo recauda los bancos que luego es girado al Estado.

Fue creado el 16 de noviembre de 1998, mediante el decreto 2331 que aplicaba el 2 X 1000 para hacerle frente a la “crisis bancaria”. Hay que anotar que los bancos, ninguno en el mundo, pierden dinero.

En 1999 bajo la emergencia económica de un terremoto en la zona cafetera del país, el impuesto se prolongó por un año más y se modificó el destino de los recaudos.

En el 2000, este impuesto o gravamen fue convertido en permanente y pasados unos meses su tarifa inicial de 2 X 1000, se incrementó al 3 X 1000, para luego elevarse al 4 X 1000.

Inicialmente se creía que el 4X1000 era para beneficiar a los banqueros. Su vigencia era temporal, de solo “un año”, pero haciendo mal las cuentas, el pueblo colombiano paga este criminal gravamen desde hace 22 años.

Por eso vuelvo a preguntar: ¿Cuál ha sido la labor de la izquierda si tenemos en cuenta que sus capos y cabecillas hablan de favorecer el pueblo y de incrementar la equidad y la justicia?

Y es que eso pasa con todo; Colombia es el único país del mundo donde el número de congresistas –léase vagos chupasangre– es numeroso y con los sueldos más exorbitantes que se tengan conocimiento. Dos congresistas por cada departamento serían suficientes. Inclusive hay países donde solo existe una Cámara. A través de esta unicameralidad, se organizan países latinoamericanos como Cuba, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. En Asia y Europa algunos de los países unicamerales son Corea del Sur, China, Turquía, Dinamarca, Grecia, Noruega, Suecia y Portugal.

Colombia tiene 280 congresistas, de los cuales 108 son representantes al Senado de la República y 172 son representantes de la Cámara. Es decir, 280 congresistas más las curules que el camarada “Chcky” Santos le regaló a los narcoterroristas de la mafia transnacional comunista/socialista. Aun así con el artículo de la reforma política que pasó en primer debate se aumentarían 12 curules en el Senado. ¿Y eso para qué preguntó un ingenuo? Para nada; pero eso no es lo peor: Lo peor es que hayan delincuentes que hablan de equidad, de justicia social, pero para ellos no es un injusticia que el Estado siga desangrando al pueblo para mantener a casi 300 parásitos en el Congreso, con ingresos superiores a los $50´000.000 mensuales contando con todos los gastos adicionales de escoltas, celulares, viáticos y otras prebendas que jamás se le concederán a un trabajador de esos que se ponen la camiseta para sostener el estado con sus vagos y delincuentes a bordo.

¿Y hay más gravámenes? Claro que hay más y la mayoría son injustos, pero de ellos hablaré en una próxima oportunidad.

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