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Ni los “zombies” se salvan del carné de vacunación obligatorio

Escribe: José Gregorio Martínez*

Decreto del Gobierno colombiano prohíbe a los no vacunados ingresar a bares, discotecas, casinos, eventos deportivos, parques de diversiones y temáticos, museos y ferias a partir de 16 de noviembre. Pero incluso la “marcha zombie” que se realizará este sábado como evento posterior a Halloween ya está exigiendo este documento.

En la nueva normalidad impuesta por la pandemia del Covid-19 el mundo transita por una delgada línea entre autoritarismo y libertad. Ya no se trata solo de las tiranías tradicionales que cercenan a los ciudadanos sus derechos políticos e individuales. El control estatal ahora cobra fuerza en los gobiernos democráticos bajo el argumento de la protección a la población para lograr la inmunidad del rebaño. Es así como muchos países han pasado de los estrictos confinamientos a un apartheid entre vacunados y no vacunados, donde estos últimos pierden su derecho a ingresar a una larga lista de espacios públicos y privados. El caso más reciente es el de Colombia, donde el carné de vacunación obligatorio deja claro que inocularse no es una elección y recuerda que la normalidad prepandemia no volverá.

Son pocos los sitios donde serán admitidos los colombianos que no cuenten con el documento –físico o digital– que pruebe que recibieron al menos la primera dosis de alguna de las vacunas disponibles en el país. El decreto 1408 emitido desde el pasado miércoles 3 d noviembre por el gobierno del Presidente Iván Duque entrará en vigencia a partir del 16 de noviembre para los mayores de 18 años y desde el 30 de noviembre para los mayores de 11 años. Sin embargo, ya la segregación comenzó. En el evento de terror posterior a Halloween conocido como la “marcha zombie”, que se realizó este sábado 6 de noviembre en Bogotá, se exigió presentar el carné de vacunación como requisito obligatorio para poder participar.

Se trata de una actividad al aire libre en la que los asistentes podrán concursar solo con disfraces elaborados a mano. El evento que ya se había realizado en años previos a la pandemia, en esta oportunidad busca recaudar fondos y alimentos no perecederos para familias de escasos recursos. Para recibir un carné de acceso y poder participar en la marcha zombie se requiere llenar un formulario de inscripción, aunque el registro de años anteriores se mantiene activo para quienes hayan participado en otras ediciones. El requisito obligatorio que se incorpora este año es el carné de vacunación, según reseña el portal de La FM.

¿Pasaporte a la diversión?

Los no vacunados quedarán literalmente como zombies o muertos vivientes en un país donde no podrán ingresar a “bares, gastrobares, cines, discotecas, lugares de baile, conciertos, casinos, bingos y actividades de ocio, así como escenarios deportivos, parques de diversiones y temáticos, museos y ferias”, según precisó Víctor Manuel Muñoz, Director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) en una entrevista concedida a El Tiempo, en la que aclaró que los centros comerciales y el transporte aéreo y terrestre no están incluidos en la medida, pero “se estará monitoreando de forma permanente” para considerar la posible incorporación. No obstante, el acceso de los no vacunados a centros comerciales estará restringido en cualquiera de los espacios mencionados que se encuentren en su interior.

En los Juegos Panamericanos Junior que se celebrarán entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre en Cali también se sumará este requisito para poder asistir como espectador a cualquier competencia. Así lo precisó la Alcaldía de esta ciudad en una publicación en su página web

titulada: “Carné de vacunación: el pasaporte a la diversión”.

Preocupación en plena reactivación económica

Frente a toda esta larga lista de restricciones resulta irónico que el Director del Dapre haya dicho a El Tiempo que era “importante aclarar” que “no se está obligando a que los ciudadanos se vacunen”, pero de igual manera haya advertido que para los establecimientos que incumplan la norma de exigir el carné de vacunación “el Código de Policía tiene estipulado sanciones correspondientes que pueden ir desde amonestaciones o también ocasionar el cierre del lugar, dependiendo de la gravedad del incumplimiento”.

Esto evidentemente ha generado preocupación a los comerciantes que están en plena reactivación económica tras haber sido duramente golpeados por los efectos de las cuarentenas que ocasionaron millonarias pérdidas. “Estamos preocupados y esperamos que la exigencia del carné de vacunación no torpedee nuestra operación”, dijo a Blu Radio el Presidente de Asobares Antioquia, Juan Pablo Valenzuela, quien agregó que, si bien los establecimientos pueden solicitar el documento, no están en capacidad de garantizar su autenticidad.

Un mundo menos libre

Hasta el primero de noviembre, en Colombia –un país con cerca de 50 millones de habitantes– se han aplicado 47.499.157 dosis y 21.435.244 personas ya cuentan con el esquema completo de vacunación. De la meta de 35 millones de colombianos se ha alcanzado un 86,3% con la primera dosis y 61% con ambas. Entonces, ¿por qué se requiere implementar un control estatal de esta magnitud bajo el argumento de proteger a la población? Si por cualquier motivo alguien decide no vacunarse, es esta persona quien, haciendo uso de su libertad individual, está asumiendo el riesgo de contagio bajo su propia responsabilidad. Pero no está atentando contra la salud de los vacunados, ya que se supone que contar con un esquema completo de vacunación debería evitar el contagio o minimizar los efectos en caso de adquirir el virus. Y si las vacunas no cumplen ninguna de estas dos funciones, ¿para qué sirven?

Situación similar ha ocurrido en Europa con el pasaporte de vacunación que restringe la libre circulación por los países del bloque –así como también impone limitaciones internas– cuando este forma parte de los derechos fundamentales de la comunidad. Pero en el viejo continente no basta con estar inoculado con cualquier vacuna, pues solo se aceptan las que hayan sido aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos. Esto incluso ha provocado manifestaciones como la ocurrida el pasado 24 de julio en París.

Es aquí donde cabe recordar las palabras casi proféticas de Dan Hannan, miembro de la Cámara de Comercio de Reino Unido y vicepresidente del Partido Conservador, quien el 26 de octubre del año pasado escribió en una columna publicada en el Washington Examiner que “incluso si mañana se descubre la cura o una vacuna, no volveremos al punto en el que estábamos. El mundo que se avecina más allá de los confinamientos es un lugar más frío, más duro y más autoritario”.

* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.

T. de PanAm Post

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